Lo siguiente es un breve escrito de estilo autobiográfico escrito desde la perspectiva de un lápiz llamado Roland. Se inspiró en el podcast Everything is Alive .
Roland, Lápiz
Para no ser franco, simplemente ya no le veo mucho sentido.
No sé por dónde empezar. Esto es gracioso porque la gente que me utiliza siempre parece hacerlo. Esquina superior izquierda de la página, siempre. Excepto por el pequeño humano. Nikki, creo. Ella no sigue el mismo conjunto de reglas que el resto.
Disculpe, me estoy desviando. Empezaré con lo básico. Mi nombre es Roland y tengo siete meses. Soy una Paper Mate Mirado Classic HB #2, o al menos eso es lo que lleva la marca en mi costado. O arriba o abajo, dependiendo de cómo esté sentado. Soy amarillo. Vine en un paquete con otros 12 Mirado #2. Vivo en el bote de lápices sobre la mesa de manualidades de la sala de estar, con otros 11 lápices y la mitad superior de un tenedor de plástico. Estoy acostumbrado principalmente a escribir cartas a familiares y notas aleatorias, como “ martes de basura ”, “ envía tarjetas de Navidad a las 3 ” o “ nikki es una tonta fundamentalmente rupestrina y pilosa ”. Después de ese último, me arrojaron al otro lado de la habitación. Pasé una semana de vacaciones debajo del sofá familiarizándome con la pelota de tenis, el calcetín y el marcador que conocí allí. Eso fue divertido. Quiero decir, puedo vivir una semana más, así que lo aceptaré sin importar lo incompleto que sea ese calcetín. Algo que ver con estar sin su pareja, supongo. El rotulador era un buen tipo. Fue un poco incómodo, porque no importa cuánto lo intente, la marca que deja en el mundo será más permanente...
Oh. Debo haberme desviado otra vez. Creo que estaba hablando de para qué estoy acostumbrado. Sí, sobre todo cartas y notas. A veces dibujando, lo cual es lindo. Hace aproximadamente una semana, un humano que nunca me abrazó me usó para dibujar a una niña sentada en el escalón de la entrada de una casa antigua pero bonita. Tenía las rodillas dobladas contra el pecho y lloraba, y todo menos ella estaba en color. No, no me usaron para el color, no soy un lápiz mágico. Simplemente estaba sobre la mesa cuando se añadió color al dibujo. Era un dibujo hermoso, aunque probablemente fuera la cosa más desgarradora que jamás había visto. Ah, y una vez me utilizaron para un juego familiar de Pictionary. Eso fue divertido. Alguien obtuvo " pastel " y escribió " 3.141592653589793238462643383279502884197 ". Desafortunadamente, nadie sabía cuáles eran los dígitos de pi. Después hubo una discusión muy larga y prolongada, que fue menos divertida.
No estoy realmente seguro de qué decir a continuación. Supongo que si todos los humanos leen esto, quizás te preguntes si disfruto que me utilicen. La respuesta es sí. Principalmente. Algunas personas me aprietan tan intensamente y me presionan contra el papel con tanta presión que me siento claustrofóbico. Y utiliza más de mi ventaja. Se necesita un escritor o artista relajado para que lo disfrute.
Idea: Me haré algunas preguntas y les contaré sobre mí de esa manera.
Pregunta uno: ¿Alguna vez se me ha roto la punta?
Sí. Fue horrible. De repente, mi esperanza de vida era mucho más corta. También dolió. Mucho. No estoy seguro de por qué elegí esa pregunta. Es doloroso pensar en ello.
Pregunta B. Espera, no. Pregunta dos. ¿Qué se siente al estar afilado?
Es una mezcla. Es algo así como supongo que sería tomar una ducha para un humano. Es una limpieza y después siento que mi mente se ha reorientado. Mis pensamientos tienen un punto claro y definible. Por otra parte, me acerca a mi muerte. Un lápiz podría vivir para siempre si nunca se le afilara. Uno de los lápices de mi frasco fue fabricado en los años 70. Estuvo sentada en una caja durante cuarenta años, con una punta plana, perfecta y sin punta. Pero eso plantea la pregunta… ¿querríamos vivir para siempre? Si, por ejemplo, me afilaran hasta que tuviera sólo una pulgada y media de largo y luego me dejaran en el frasco indefinidamente, la vida ciertamente perdería su significado.
Pregunta número tres… ya nos estamos quedando sin ideas. Oh, tengo uno. ¿Cómo es ser usado como borrador?
Ahora bien, éste es complicado. Es extrañamente satisfactorio borrar algo. También es lo contrario de lo que hago la mayor parte del tiempo, por lo que cambia un poco el día. Sin embargo. Si borro algo que solía escribir o dibujar, también es triste. Y es un poco exasperante. Mi vida se acortó para crear lo que estoy borrando.
Bien, pregunta cuatro. ¿Pienso en el más allá?
Sí. Ciertamente me pregunto qué pasa después de que me afilan hasta convertirlo en un trozo. Porque todavía estaré aquí. Simplemente no utilizable. ¿Muero entonces o sigo viviendo? No estoy seguro. Ahora, no puedo decir que soy religioso. Al menos, no como algunos de los otros lápices del frasco. Están acostumbrados a escribir una cita bíblica y alaban a los Señores Poderosos: Judas, Juan y Josué. Sólo uno de los humanos de la casa es religioso. Al menos eso pienso. Él es el único que dice “ alabado sea el Señor ”, y “ lo juro por Dios ”. Aparte de todo eso, la respuesta es sí. Pienso en la otra vida.
Muy bien, pregunta cinco… no. No se me ocurre nada. Supongo que eso es todo. Ahora sabes lo que es ser un lápiz. Sin embargo, nunca sabré lo que es ser humano.
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